Tal vez lloro dormida
el tiempo que comenzó tu ausencia y partida.
Tal vez los ojos hinchados
son el reflejo de esas lágrimas perdidas.
Es el peso de las manecillas del reloj.
Efímeros y densos sueños
guarda mi conciencia
en aparente control.
Despierto cansada.
Ya no espero el sol.
Ingrid M. Stevens