diciéndome que él aún está?
¿O eres un consuelo
porque ya no volverá?
Hay una silla azul vacía,
recuerdos que no quiero soltar,
papeles con letras en tinta fría
y un corazón en silencio,
esperando despertar.
Una flecha me indica
donde doblar...
tal vez la siga
o simplemente espere
antes de continuar.
Mientras camino
busco con quien hablar,
una estrella, un vagabundo
el sol o el mar.
Una noche, un día
son secuencias
que no podemos evitar
Ingrid M. Stevens