mayo 09, 2015

Fue un día


Fue un día como hoy,
cuando  tu  inercia comenzó a transformarse en movimiento.
(En aquel tiempo)

Como tatuajes los recuerdos comenzarían a marcar
tu antes y tu después.

Signos en la mente y en la piel,
que los años convertirían en cicatrices sin ley.

No hay olvido,ni redención.
Sólo un infinito camino
que generalmente te abruma y asfixia sin compasión.

¿Resignación?
No,  lo tuyo no es la conformidad.
No existe para tu agonía un probable final;
porque eres  amigo del lamento y el desamor.



Ingrid M. Stevens